Hoy os vamos a enseñar como hacer una trenza de raíz, un peinado versátil para cualquier ocasión que lo requiera.

Empezamos con una melena de cabello fino. Para la trenza de raíz no se necesita tener mucha cantidad de pelo.

Primero mojamos el pelo, esto no es necesario pero facilita mucho la trenza.

Partimos el pelo en dos mitades a ser posible iguales o lo más iguales que se pueda.

Cogemos una sección de la parte delantera de unos 2cm de ancho.

Partimos la sección de 2cm que hemos separado en tres cabos.

Empezamos la trenza como una trenza normal de tres cabos en el primer cruce.

Sujetando la primera sección cogemos un segmento de aproximadamente 1cm de ancho y lo separamos en parte de arriba y de abajo.

Añadimos el pelo de la parte de arriba de la sección nueva a la trenza en el cruce superior juntándolo con el pelo de la trenza.

Ahora en el cruce hacia arriba añadimos el pelo de la parte baja de la sección que separamos con el de la trenza.

Continuamos así haciendo secciones hacia atrás hasta acabar con todo el cuero cabelludo.

Con el largo que nos sobra acabamos la trenza como una trenza normal de tres cabos.

Hacemos lo mismo con los dos lados de la cabeza y dejamos dos trenzas atrás.

Para hacer el peinado cruzamos las dos trenzas en la parte de atrás.

Traemos la punta opuesta arriba y la aseguramos con unas horquillas.

Nos queda la punta de la trenza, para esconderla la vamos a usar un peine de púa.

Pasamos el peine por una sección de la trenza a la altura de la punta de la trenza.

Usamos la púa del peine para coger la punta de la trenza y enhebrarla a través de la trenza intentando dejarla debajo de la misma.

Con una horquilla invisible de moño aseguramos la punta para que no se mueva.

Esto es lo que hemos utilizado nosotras. La laca como toque final es importante para la duración y evitar que se salgan esos antiestéticos pelitos.

El resultado es cómodo y muy bonito para cualquier ocasión que lo requiera.